Lección 1

Fundamentos de los grafos sociales de Web3

Explica en qué consiste un gráfico social y cómo Web3 transforma su estructura, propiedad y portabilidad. Analiza la relevancia de la descentralización, la interoperabilidad y el control del usuario, además de los componentes técnicos que permiten el desarrollo de gráficos sociales en Web3.

¿Qué es un Social Graph en Web3?

Un social graph es una representación conceptual de las relaciones entre usuarios, habitualmente plasmada como nodos (usuarios o entidades) y aristas (conexiones o interacciones). Este modelo ha sido esencial en el desarrollo de las redes sociales desde mucho antes de la aparición de Web3. Obtuvo relevancia masiva cuando Facebook y otras plataformas utilizaron sus social graphs internos para aumentar la interacción y personalizar el contenido.

En Web3, el social graph se transforma radicalmente. Deja de estar encerrado en un sistema centralizado y cerrado para convertirse en un modelo distribuido y centrado en el usuario. Cada persona controla sus conexiones, identidad y actividad, y esa información se encuentra disponible en múltiples plataformas y aplicaciones, sin limitarse a un único entorno cerrado. Este cambio devuelve la titularidad de los datos a los usuarios, permitiéndoles desplazarse con fluidez entre distintas interfaces mientras mantienen sus relaciones y su historial. El social graph en Web3 elimina los compartimentos estancos característicos de Web2 y refuerza la transparencia y la resiliencia gracias a sistemas descentralizados e inmutables.

Por qué son relevantes los Social Graphs en Web3

La relevancia de los social graphs en Web3 radica en el reequilibrio del poder y la gobernanza. En los sistemas tradicionales, las plataformas centralizadas ostentan el monopolio de los datos de usuario, decidiendo su uso, presentación y monetización. Los usuarios disponen de escaso margen de acción fuera de cada plataforma, y a menudo ignoran que sus publicaciones o conexiones no se trasladan cuando abandonan el servicio. Web3 revierte esta situación otorgando al usuario control soberano sobre sus propios datos, permitiéndole conceder y revocar acceso, e incluso monetizar directamente sus interacciones. Esta capacidad convierte al usuario pasivo en protagonista empoderado de su propia red social.

La interoperabilidad es otra ventaja clave. En Web2, los vínculos sociales quedan limitados a redes específicas. Los social graphs en Web3 superan esa fragmentación y permiten que las relaciones persistan a través de diversas interfaces y aplicaciones. Esta continuidad enriquece la experiencia, ya que facilita una identidad y una presencia comunitaria coherentes en múltiples herramientas y plataformas. Finalmente, la descentralización garantiza resistencia a la censura e integridad de los datos. No existe un único punto de fallo ni de control; los contenidos y las identidades permanecen accesibles incluso si un cliente o servicio deja de estar disponible.

Elementos técnicos fundamentales del Social Graph en Web3

En el núcleo técnico de los social graphs en Web3 se encuentran las direcciones de wallet, los identificadores descentralizados (DIDs), los nombres ENS y los registros basados en blockchain. Las direcciones de wallet y los DIDs aportan identidades únicas y verificables, gestionadas por el propio usuario. Estos identificadores vinculan las acciones sociales y las conexiones a estados on-chain o autenticados criptográficamente, proporcionando portabilidad y seguridad entre aplicaciones. Los nombres ENS o sistemas de identidad similares, asociados a dominios, ofrecen nombres comprensibles para los humanos a estos identificadores complejos, facilitando la usabilidad sin renunciar ni a la descentralización ni a la propiedad.

Sobre la capa de identidad se despliegan los sistemas de almacenamiento y comunicación. Los libros de registro descentralizados almacenan de manera permanente y verificable acciones como follows, publicaciones o likes, anclándolas a la identidad del usuario. Junto al ledger, soluciones de almacenamiento descentralizado como IPFS alojan contenidos de forma distribuida y direccionable por contenido, separando la persistencia del contenido de cualquier servidor concreto. Esta arquitectura favorece la transparencia y preserva la capacidad del usuario para gestionar y compartir sus propios datos entre plataformas. Los grandes archivos multimedia suelen almacenarse fuera de la blockchain (por ejemplo, en IPFS o Arweave), mientras que las referencias, permisos y trazabilidad se registran on-chain.

La evolución de los Social Graphs de Web2 a Web3

En Web2, los social graphs están gestionados con rigidez por entidades centralizadas. Cada plataforma controla su propio grafo privado, y los usuarios se ven obligados a reconstruir sus redes cuando cambian de entorno. Además, estas plataformas explotan los datos personales para la publicidad segmentada y el beneficio estratégico. Los social graphs en Web3 resuelven estos retos descentralizando la propiedad y permitiendo la portabilidad. Ahora, los usuarios pueden conservar sus relaciones y decidir de forma activa cómo y para qué comparten esa información.

Este cambio representa también una transformación filosófica hacia la autonomía y la interoperabilidad en Internet. Mientras Web2 priorizaba la comodidad y el alcance a costa de la privacidad y el control, Web3 pone el foco en la soberanía individual compatible con el acceso. La interoperabilidad ahora se basa en protocolos abiertos y compartidos, y no en APIs cerradas, lo que permite la aparición de ecosistemas sociales mucho más diversos y enriquecedores.

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